Efectos asociados con el huracán

Los riesgos asociados con los ciclones tropicales, especialmente con los huracanes son: marejada, vientos fuertes, intensas precipitaciones, deslizamientos e inundaciones. La intensidad de un huracán es un indicador que generalmente refleja el potencial destructor del mismo.

Marejada

La marejada es un domo de agua de 80 a 160 kilómetros de ancho, que choca con la costa debido a que es impulsada por la fuerza de los vientos generados por la tormenta. La marejada combinada con la marea crea lo que se llama la marea de tormenta. Ésta puede incrementar el nivel normal del agua en 4.5 metros o más.

El aumento del nivel del agua puede causar inundaciones severas en las áreas costeras, particularmente cuando coincide con la marea. El nivel de la marejada en un área en particular está relacionada, en principio, con la intensidad del huracán y la pendiente de la placa continental.

Los efectos de la marejada en las costas dependen de la forma de la placa continental. Si la costa es muy plana y extendida los efectos suelen ser devastadores (ver primera imagen en la siguiente animación); por el contrario, si la placa continental es alta la marejada encuentra la resistencia suficiente como para no afectar severamente la parte costera, tierra adentro (ver la segunda imagen en la animación).

En las zonas costeras la marejada es la principal amenaza asociada con un huracán, la cual, históricamente, ha causado la muerte de 9 de cada 10 personas; este efecto es particularmente importante en países en donde los huracanes provocan efectos directos, es decir lugares que son sobrepasados por el huracán, tales como Estados Unidos, Filipinas, India, Bangladesh, Nicaragua, Honduras, Cuba.

La marejada afecta severamente las embarcaciones y además, deposita grandes cantidades de sal en las área tierra adentro, alterando la salinidad normal de las zonas.

Vientos Fuertes

Los vientos asociados con un huracán suelen causar efectos devastadores en grandes zonas, especialmente en aquellas en las que el fenómeno afecta directamente. Un huracán categoría 1 tiene vientos de 119 km/h y, el huracán categoría cinco iguala o sobrepasa los 250 km/h.

En la cuenca del Atlántico el huracán Wilma en 2005 registró la presión atmosférica central más baja jamás registrada hast ahora (2019): 882 hPa. En términos de velocidad sostenida de los vientos el huracán Allen (1980) se le asocian vientos de 305 km/h, valor máximo registrado en el Atlántico hasta el presente (2019).

viento
viento

Estas imágenes muestran la fuerza destructiva de los vientos de un huracán. Ejemplifican, no sólamente la capacidad de destrucción, sino que también la fuerza con las que un objeto puede ser impulsado.

viento
viento

Fuertes Lluvias

Un huracán genera, en promedio, entre 150 y 300 mm de lluvia o más, la cual causa severas inundaciones, deslizamientos y derrumbes. Las lluvias más fuertes se relacionan, generalmente, con las tormentas tropicales o huracanes que se desplazan más lentamente (menos de 16 kilómetros por hora).

Grandes cantidades de lluvia pueden ocurrir hasta 160 kilómetros sobre tierra adentro donde las inundaciones repentinas y los deslizamientos son típicamente las mayores amenazas.

Registros máximos: en 12 horas el ciclón tropical Denise (1966) acumuló 1144 mm; en 24 horas la misma tormenta acumuló 1825 mm; en 48 horas un ciclón tropical (1958) acumuló 2467 mm; en 72 horas se acumularon 5678 mm con el ciclón tropical Hyacinthe (1980).

inundación

Las lluvias intensas y continuas generadas por un huracán pueden provocar inundaciones severas, tal y como sucedió con el huracán Mitch (1998). Las imágenes muestran las inundaciones causadas por este huracán en la costa norte de Honduras. En el centro, se observa el aeropuerto de San Pedro Sula, en la costa norte del mismo país.

Tornados

Los tornados ocurren generalmente en el cuadrante frontal derecho del huracán. Sin embargo, pueden ocurrir en cualquier parte las bandas de lluvia asociadas al mismo.

Típicamente, mientras más intenso es un huracán más intenso es el tornado que se genera; la mayoría de los tornados ocurren dentro de un radio de 240 kilómetros a partir de la costa.

tornado
(Imágenes de la NOAA)
tornado
(Imágenes de la NOAA)

Los tornados causan destrozos materiales de gran magnitud. Arriba se muestra destrucción causada por los tornados generados por el huracán Andrew. Abajo, un tornado típico, unido a su nube madre. (Imágenes de la NOAA)

tornado
(Imágenes de la NOAA)

Vida Silvestre y Huracanes

¿Qué sucede cuando amenaza un huracán? Los residentes y visitantes localizados en la trayectoria de la tormenta pueden proteger sus hogares y viajar a lugares seguros, pero parte de la vida silvestre no es tan afortunada.

Los científicos del Servicio Nacional Biológico de Estados Unidos (NBS) han encontrado en sus investigaciones que, aunque pueda haber algunos cambios estructurales en el hábitat y las poblaciones pueden sufrir pérdidas notables, la mayoría de las poblaciones de plantas y animales que viven en zonas de tormentas son capaces de sobrevivir y recuperarse con el tiempo de estos fenómenos.

Las especies inmóviles como los mejillones y ostras puede ser completamente eliminados en la zona de impacto. Algunas de estas especies pueden ser transportadas con los restos del huracán a localidades distantes a lo largo de la costa y tierra dentro, con frecuencia a hábitats donde es difícil, sino imposible, que sobrevivan.

Hábitats terrestres pueden inundarse totalmente, eliminando por arrastre o ahogamiento a su fauna residente, especialmente pequeños mamífeors como ratones y conejos. Los lugares de anidamiento, con huevos y/o polluelos, de aves acuáticas coloniales (garzas, gaviotas, pelícanos) puede quedar completamente destruidos.

Científicos del NBS y sus colaboradores encontraron que la industria pesquera y de acuacultura de Louisiana sufrió enormes pérdidas a resultas del Huracán Andrew en 1992.

Se estimó que, solo en la Cuenca Atchafalaya al sur de Louisiana, murieron 184 peces. Los vientos de Andrew provocaron una amplia defoliación de árboles y arbustos, lo que resultó en un aporte grande de material orgánico en los humedales en un período breve. Este material, al descomponerse, causó niveles excesivamente bajos de oxígeno en el agua, sofocando los peces.

Al mismo tiempo, el 25 por ciento de los lugares públicso de crianza de ostras en Louisiana fueron virtualmente eliminados por el Huracán Andrew. Estos y otros organismos que viven en el fondo — que sirven como fuente importante de alimentos para las aves acuáticas en las Islas Barrera de Louisiana — sufrieron mortalidades masivas durante el paso del Huracán Andrew.

El Huracán Hugo ocasionó una devastación similar en la población de cotorras de Puerto Rico.

Se perdió, aproximadamente, la mitad de esta población en peligro crítico de extinción de menos de 50 aves. En algunos casos, las aves murieron como resultado de la tormenta, mientras que en otros los cambios en el hábitat provocados por la tormenta hicieron que las aves quedaran más vulnerables a los depredadores. Los científicos creen que las cotorras de Puerto Rico que sobrevivieron posiblemente estaban refugiadas en las cavidades de grandes y fuertes árboles, resistentes a los huracanes.

Un científico del NBS observó pájaros en el suelo y bajo cubierta durante el Huracán Hugo, tranquilas hasta que pasara la tormenta. Otras pueden haber sido ‘sopladas’ hacia el mar y murieron. Las aves oceánicas aparecen en lugares extraños luego de tormentas, habiendo sido transportadas por los vientos kilómetros tierra adentro. Lo mismo sucede con las aves de tierra adentro, que son transportadas al mar.

Los manatíes, grandes mamíferos marinos, están bien adaptados al ambiente acuático. Debido a que habitan en aguas interiores y cerca de la costa, usualmente pueden encontrar áreas protegidas durante tiempo tormentoso.

Los organismos que viven en corrientes usualmente están bien adaptados a las inundaciones, excepto a las más severas. Los mejillones de agua dulce permanecen enterrados en el sedimento del fondo y usualmente se encuentran en arroyos grandes, de gradiente inferior, donde las rocas y otros sedimentos no son removidos durante las inundaciones periódicas. En estos momentos, se sabe que los peces buscan inmediatamente refugio en aguas calmas detrás de grandes rocas u otros obstáculos en el arroyo.

Aún cuando sean arrastradas generaciones completas de insectos acuáticos en un inundación, usualmente hay sobrevivientes que permanecen para recolonizar y repoblar el arroyo en la próxima generación.

Ocasionalmente, una inundación severa “una de cada 1000 años” puede alterar drásticamente el hábitat de un arroyo y eliminar completamente sus organismos vivos. Sin embargo, las pérdidas directas en la vida silvestre usualmente son mínimas en un huracán. El Huracán Andrew apenas afectó a algunas especies de vida silvestre, e incluso benefició a otras.

Los estudios luego del Huracán Andrew demostraron que aunque las funciones de los sistemas costeros parecen recuperarse, la estructura y tamaño de las playas y pantanos con frecuencia cambian. Por consiguiente, las áreas a lo largo de la costa han sido moldeadas por las tormentas formando diferentes hábitats con nuevas funciones, nueva distribución de plantas y animales y una nueva composición de especies.

Regresar al Índice de temas de Huracanes